15 de octubre de 2010

EL VALOR DE LOS GRADOS

Articulo de:
Dani Esteban -Kôryu-
Shihan (15º Dan) de Bujinkan Budo Taijutsu
Bushi Dojo (Barcelona)

La primera versión de este artículo, mucho más corta, la publiqué en la revista El Budoka en el año 1997. Ahora me he permitido recuperarlo y modificarlo ampliando y actualizando conceptos, ideas y sentimientos desde la nueva perspectiva que me brindan los 7 años transcurridos desde entonces.

Es un error bastante común entre practicantes de distintas artes marciales hacer comparaciones entre los grados obtenidos en las mismas y también entre el tiempo de práctica y el grado obtenido.
Personalmente creo que no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco, ya que cada arte marcial se rige por distintas normas y tiene sus características específicas con lo cual es absurdo querer comparar los grados de cada una de ellas.
A modo de ejemplo y generalizando podemos decir que normalmente en las artes marciales más practicadas en España (Judo, Karate, Tae Kwon Do, etc.) un practicante suele tardar entre cuatro y seis años en conseguir su cinto negro, mientras que en el Budo Taijutsu de la Bujinkan (antes llamado simplemente Ninjutsu) lo normal es alcanzar el cinto negro con 3 años de práctica y no es sorprendente obtenerlo en 2 años dependiendo de la dedicación de cada uno.
Estamos hablando por norma general de una dedicación de asistencia a clase con un maestro de 2 o 3 días por semana (2 horas por día), aparte quedan los entrenamientos personales, seminarios, etc.

En las artes marciales de la Bujinkan Dojo, a partir del cinto negro primer Dan los demás Danes se suceden normalmente más o menos a uno por año o año y pico y es debido a esto que mucha gente se sorprende de la alta graduación que ostentan muchos de los instructores y practicantes de la Bujinkan ya que choca frontalmente con lo que están acostumbrados a ver en otras artes marciales. Una vez más quieren hacer comparaciones con su sistema lo que les lleva a graves errores de apreciación y juicio.
La diferencia sustancial radica en que mientras en otras artes marciales el cinto negro es casi un fin en sí mismo y los posteriores Danes son grados de dificilísimo acceso con exámenes interminables para los que se necesita permanecer en el grado anterior un período de tiempo obligatorio además de memorizar infinitos katas y técnicas, y deben ser realizados frente a tribunales que sólo se constituyen una vez cada x tiempo, etc., etc., en la Bujinkan el cinto negro es sólo un inicio, el principio del entrenamiento, y los posteriores grados hasta llegar al 4º Dan se suceden de manera natural en la medida en que el practicante va estudiando y asimilando las diferentes técnicas y conceptos que se le solicitan y son otorgados directamente por el instructor autorizado.
Además, el sistema de graduación y la forma de otorgar los grados en la Bujinkan difiere totalmente de muchas de las artes marciales más conocidas. Un principiante de la Bujinkan debe aprender las técnicas básicas de movimentación del cuerpo -rodamientos, esquivas, andamientos, caídas…-, formas de ataque y defensas, y los principios de manejo de las armas tradicionales, así como la Kihon Happo y sus Henkas, tanto a mano vacía como con armas -las ocho técnicas básicas junto a sus variantes-.
Para todo ello se deben superar 9 niveles de entrenamiento (de 9º a 1er Kyu).
Fundamentalmente el entrenamiento técnico está enfocado a la práctica del waza (técnica) dirigida correctamente por el instructor para que el aprendizaje sea óptimo de cara a la consecución de los principios antes descritos.
Una vez alcanzada la fluidez suficiente en estos conceptos, el alumno está ya preparado para recibir su cinto negro primer Dan (Sho Dan).
El grado de Sho Dan en la Bujinkan indica únicamente que el estudiante tiene una base suficiente y está preparado para aprender las Katas (técnicas de escuela) más complicadas y pertenecientes a cada una de las nueve escuelas tradicionales (Ryu Ha) que se estudian (Koto Ryu, Gyokko Ryu, Togakure Ryu, Shinden Fudo Ryu, Kukishinden Ryu, Takagi Youshin Ryu, Gikkan Ryu, Kumogakure Ryu, Gyokushin Ryu).
Cada escuela (Ryu Ha) es un mundo y las katas se aprenden observando estrictamente la particular forma de trabajo y el enfoque de cada escuela, todas distintas entre sí. Así como unas se enfocan más en el Ju Tai Jutsu (agarres, proyecciones, controles, etc), otras se basan más en el Daken Tai Jutsu (métodos de golpeo) y dentro de este encontramos por ejemplo las que dirigen sus ataques a la estructura ósea (Koppo Jutsu) o las que se especializan en ataques a zonas blandas del cuerpo ya sean músculos, centros nerviosos, etc. (Koshi Jutsu). Otras escuelas centran su atención en técnicas de estrategia de combate, infiltración, armas y utensilios especiales, ocultación y escape, etc.

Este período de entrenamiento y aprendizaje es el más difícil y es donde se trabaja más a fondo también la parte "física" y las armas tradicionales. Abarca 4 grados (hasta Yon Dan -4º dan-) y su duración es variable dependiendo de la capacidad de asimilación de cada estudiante y de su dedicación. Con una buena dedicación por norma general la media suele ser de 4 o 5 años. No se trata de conocer de memoria todas las katas de todos los niveles de cada una de las escuelas sino de haberlas realizado infinidad de veces, haberlas "desmontado y vuelto a montar" otras tantas y ser capaz de comprender lo mejor posible la estructura y forma específica de cada escuela.
Es al final de esta fase donde el alumno -aparte de las katas de escuela y el trabajo con armas- ya no necesita copiar tanto a su maestro en la forma de trabajo libre sino que es capaz de desarrollar sus propios movimientos y formas de combate, crear sus propias variaciones e ir encaminándose hacia la tercera fase de su entrenamiento.

Un instructor puede conceder un grado a un alumno en el momento que lo considere oportuno independientemente del tiempo que este lleve en el grado inferior, siempre y cuando claro está el alumno demuestre sobradamente que domina el temario requerido para el grado en cuestión. El grado otorgado siempre será al menos inferior en uno al del instructor.
Aunque cada instructor tiene sus diferentes baremos y normas al respecto ya que no hay una regla oficial vemos pues que en la Bujinkan no es necesario esperar a que pase un largo periodo de tiempo predeterminado para acceder a un grado superior como en otras marciales. ¿Por qué el alumno de otras artes marciales debe esperar por ejemplo 2 largos años para tener acceso al examen de Dan siguiente cuando únicamente se le requiere para ello conocer pongamos por caso 2 nuevas katas y una serie de 8 técnicas específicas?. Eso me parece únicamente una fórmula de autoprotección que tienen los grados superiores de otras artes marciales para asegurarse de que nadie más joven que ellos podrá superarles en muchos años, quizás nunca.
Esto no sucede en nuestro arte marcial donde podemos ver a personas muy jóvenes con graduación muy alta, y donde tampoco es necesario superar un examen delante de un tribunal, sino que es tu propio maestro o instructor quien te ve evolucionar día a día el único que va a juzgarte.

Una vez alcanzado el 4º Dan, cuando el maestro considera que el alumno ya está maduro, debe presentarlo para la prueba del Go Dan (5º Dan), punto culminante en el entrenamiento de cualquier estudiante de Budo Taijutsu de la Bujinkan. La prueba de 5º Dan, conocida como Sakki test, únicamente puede ser realizada por el Soke, en este caso el Gran Maestro Masaaki Hatsumi. Este examen significa el despertar de la parte psíquica o mental, del entrenamiento interno, y consiste en ser capaz de presentir el peligro y evitar un ataque invisible por sorpresa.
Concretamente el aspirante se coloca sentado en el suelo (generalmente en la posición denominada Seiza) cierra sus ojos y libera su mente. El Gran Maestro se coloca a su espalda y en un momento no determinado lanza un ataque descendente a la cabeza del alumno con "intención" de herir. El alumno debe presentir el peligro (esa intención de herir) y evitar el golpe con un rodamiento, salto, etc. Actualmente el ataque se realiza con un fukuro shinai, espada de bambú forrada en cuero, a diferencia de los tiempos antiguos en que se realizaba con una espada real o en el mejor de los casos con un bokken de madera.
Esta prueba no es exclusiva de nuestro arte marcial, sino que existía en muchas de las escuelas tradicionales de antiguas artes marciales japonesas (Ryu-ha), y a veces solía suceder que el maestro mataba físicamente a su mejor alumno al no superar este la prueba. Esto que puede parecer increíble para un occidental, era un hecho habitual y aceptado en la cultura japonesa.
En realidad no se necesita de ningún entrenamiento especial para superar esta prueba, ya que se trata de conectar con la naturaleza que nos rodea, es la vuelta al instinto animal de supervivencia que hemos perdido con la vida moderna, cómoda y sin peligros.
Puedes ser el mejor a nivel físico y técnico y no superar la prueba y en cambio cualquier persona que haya desarrollado sus aptitudes mentales debería estar capacitada para superar el examen aunque nunca hubiese practicado Ninjutsu / Budo Taijutsu. Lo mismo es aplicable a un niño o a un perro, que con el cerebro "limpio" y libres de bloqueos mentales y educativos estoy seguro que superarían la prueba sin problemas. En la prueba del Sakki test no hay magia ni trucos, es algo totalmente natural, pero no resulta fácil volver a ese estadio natural que nos permite superar la prueba y nos predispone al verdadero entrenamiento.

Una vez superada la prueba del Sakki test (percepción de la intención de matar), el estudiante obtiene la calificación de Shidoshi y pasa a ser técnicamente alumno directo de Hatsumi Sensei y entra en una nueva dimensión de su entrenamiento, la del estudio interno, la del desarrollo personal, llamada KOKORO NO HENKA. A partir de aquí ya no existen más exámenes como tales. El Soke Masaaki Hatsumi Sensei va otorgando los grados sucesivos en función de su propio criterio, según la evolución de cada uno en su técnica, pero también por la dedicación, por la fidelidad, por los esfuerzos realizados en la expansión de la Bujinkan, etc. A partir del 5º Dan uno debe buscar su propio Budo y es responsable de su propia evolución. El Soke y los Shihanes te abrieron la puerta y ahora están ahí para guiarte en el camino, darte ideas y conceptos, pulir asperezas, etc., pero eres tú mismo el único que puede avanzar en el camino, poco se te puede ayudar, no hay más nuevas katas que aprender, no hay más nuevas técnicas que memorizar, simplemente debes seguir trabajando lo conocido hasta el infinito, hasta la utópica perfección. ¿Tu manejo de un arma no es lo suficientemente bueno? Bien, pues practica y mejóralo pero nadie va a examinarte ya de ello. Podríamos decir que es un poco como en los tiempos antiguos, tú eras el único responsable de tus habilidades y si fallabas en combate estabas muerto. Hoy en día esto es un arma verdaderamente terrible que puede volverse en tu contra muy fácilmente ya que muchas veces se asciende de grado por recomendación de otros altos grados que responden ante el Soke del sujeto en cuestión ya que no todo el mundo tiene la oportunidad de viajar a Japón habitualmente o de desplazarse a los seminarios internacionales que realizaba antes Hatsumi Sensei. Así pues en muchos casos los grados a partir de 6º Dan son en realidad otorgados por el mismo instructor quien lo solicita a Hatsumi Sensei y este lo otorga o no en función de la confianza que le merezca el proponente ya que es obvio que no ha seguido la evolución de dicho alumno en particular. Así pues Hatsumi Sensei hace responsable de los grados que otorga al proponente y así queda anotado en la ficha personal de cada miembro de la Bujinkan, Fulanito de Tal, se le otorga el X Dan a petición del instructor Menganito de Cual.

Decía antes que esto es un arma terrible de doble filo ya que es muy fácil apoltronarse en una postura cómoda y abandonar o semiabandonar el propio entreno al mismo tiempo que se va subiendo de grado por todo lo anteriormente expuesto. Por eso Hatsumi Sensei siempre dice que este no es un arte apto para todo el mundo, que hay muchas trampas en el camino y hay que ser hábil y astuto para sortearlas. Al fin y al cabo él siempre ha dicho que mientras haya un solo alumno digno de sucederle no necesita más, simplemente se debe asegurar la correcta transmisión de las 9 tradiciones.

Tras el 5º Dan los grados continúan normalmente hasta alcanzar el Ju Dan (10º dan), que conlleva implícitamente la calificación de Shihan, y que además de ser otorgado por Hatsumi Sensei debe ser refrendado por un mínimo de otros 3 Shihan. Hay cinco niveles más en la Bujinkan a partir del 10º dan, que se corresponden con los 5 elementos naturales (Tierra –Chi-, Agua –Sui-, Fuego –Ka-, Viento –Fu- y Vacío –Ku-). El objetivo del 15º dan, nivel Ku (Vacío), es llegar a trabajar como si nunca hubieras practicado artes marciales, ser totalmente natural, trabajar lo básico a nivel máximo, cerrar el círculo, volver al cero. Además Hatsumi Sensei dice que sólo aquellos que alcancen el 15º Dan podrán ser considerados verdaderos Shihanes.

Al recibir un determinado grado el alumno puede experimentar dos sensaciones. En un caso le servirá de estímulo para superarse a sí mismo e irá creciendo personal y marcialmente. En otros casos es posible que la presión sea tan grande que llegue a hundirle hasta hacerle desaparecer abandonando el arte como por desgracia ha sucedido a muchos que no supieron entender el significado del grado que su Sensei les otorgaba en un momento determinado. Antiguamente, los guerreros no tenían graduaciones y se elegía para cada misión al que estaba más capacitado para ello dentro del grupo o al más hábil en el tipo de técnicas que se tuviesen que emplear para llevar la misión a buen fin.

Hace ya unos años vimos conceder directamente el 7º Dan a un estudiante que ostentaba el grado de Ni Dan (2º dan) durante el Tai Kai de Valencia en 1995. Esta persona es originaria de la ciudad de Zagreb, Croacia (entonces recientemente en guerra) y estuvo combatiendo defendiendo su país. Durante una patrulla de reconocimiento percibió repentinamente el peligro y saltó hacia un lado mientras una mina estallaba bajo sus pies. Salvó la vida pero perdió un pie en la acción. Ni siquiera durante la guerra dejó de entrenar su cuerpo y su mente y posteriormente continua estudiando y entrenando con una prótesis en su pie. Pues bien, el Soke Hatsumi Sensei consideró que esta persona había superado con creces no sólo el 5º Dan sino todos los demás grados por su entrega y su dedicación y le concedió además la medalla de oro de la Bujinkan. ¿Quién puede tener algo que objetar al respecto? El trabajo sería luego para el pobre alumno para poder estudiar y asimilar en el mínimo tiempo posible toda la materia correspondiente a dichos grados.

Por todo lo dicho anteriormente es normal observar grandes diferencias técnicas entre estudiantes e incluso altos grados de la Bujinkan con la misma o parecida graduación.
La cuestión entonces es ¿cuál es el verdadero valor del grado?. Para mí sinceramente el valor del grado es cero. Pero maticemos. ¿Importa o no importa el grado?. Depende de la posición desde la que se mire. Obviamente de cara a otros sistemas y artes marciales el grado no importa, es irrelevante. Ningún otro artista marcial puede juzgarme por mi grado. Es como entrar en una convención de bricolage y decir "yo soy fontanero de primera" y que otro te pregunte "ah! muy bien, y eso ¿qué nivel sería en montador de armarios?. No tiene sentido, hablamos de cosas diferentes.
Sin embargo creo que el grado es importante de puertas adentro, dentro de tu propia organización. El grado es importante para el alumno principiante porque es un baremo por el que mide su progreso, el grado es un estímulo y un premio. El grado marca una posición determinada en la pirámide burocrática de la organización. Pero a nivel marcial puro y duro el grado pierde su valor llegado a cierto nivel y por eso decimos que el grado no importa, lo único que verdaderamente importa es el trabajo de la persona.

Creo que nadie tiene derecho a juzgar el merecimiento o no de un grado u otro por parte de un miembro de la Bujinkan. Te gustará más o menos su forma de trabajar pero el grado le ha sido otorgado siguiendo el sistema existente que será mejor o peor pero es el que hay. Llegamos pues a la conclusión de que el grado no es un factor determinante a la hora de valorar los conocimientos técnicos de un integrante de la Bujinkan que ostente más de 5º Dan. Es interesante pues conocer su historial, quien le ha presentado para el Sakki Test y donde y cuando lo pasó, quienes han sido sus maestros, donde, cuando y como ha conseguido sus Danes posteriores, etc. Tarea difícil sino imposible para un principiante que desea "apuntarse" a este arte marcial, pero ¿acaso alguien dijo que fuese fácil?.

Dejemos pues de dar tanta importancia a los grados pues el verdadero grado es el que se lleva en el corazón y el que destila el sudor del keikogi, y fijémonos más en las actitudes, destrezas y cualidades de cada persona, ya sea alumno o maestro, pues al fin y al cabo lo único que debe perseguir el verdadero Budoka es alcanzar la perfección técnica, el conocimiento de uno mismo y de los demás, la armonía con el Universo y a ser posible la iluminación interior. Ardua tarea ¿no es así?.

"Shikin Haramitsu Daykomio"
(Que cada experiencia del día de hoy sea un paso más que nos acerque al conocimiento y la iluminación que buscamos)
BUFU IKKAN
(Que los vientos marciales os sean favorables)

Dani Esteban -Kôryu-
Instructor Shihan de Bujinkan Budo Taijutsu
Bushi Dojo (Barcelona)

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