EL YARI

Por Marcelo Ferraro - Arturo Calvente

 Introducción.
Por Arturo Calvente

Históricamente la lanza fue una de las armas más utilizadas por los guerreros de diferentes culturas antes de la aparición de las armas de fuego, en el Japón se la conoce con el nombre de Yari (lanza) y fue, sin lugar a dudas, una de las armas más versátiles y utilizadas por los antiguos guerreros en el campo de batalla. Si bien sus origenes se remontan a tiempos muy antiguos, su utilización se hizo efectiva durante el periodo de guerras internas conocido como Sengoku Jidai. En rigor de verdad fue en este período donde surgieron la mayoria de los Ryu-Ha que podemos encontrar en el Bujutsu Bugei Ryu-Ha (registro de escuelas de artes marciales del Japón) y donde se desarrollaron todas las formas y estrategias de combate. La siguiente investigación es solo una parte del texto original, hemos realizado un resumen para facilitar su lectura con la intención de introducirlos en las características más interesantes del arma.

Origenes

Antiguamente el guerreo montado(samurai) utilizaba el arco y la flecha como arma principal y debía poseer una importante destreza para poder sacar provecho de la efectividad del mismo. Esto fue modificándose gradualmente con la aparición, cada vez más numerosa, de los Ashigaru (infantería) ya que atacaban al guerrero montado entre  varios y a este se le hacía imposible poder maniobrar el arco y descargar flechas a velocidad constante, por lo que la mayoría de las veces terminaba muerto. Una de las soluciones más innovadoras fue armar al guerrero con una lanza (Yari) la cual tenía la efectividad de penetración de una flecha y la versatilidad de movimiento de un palo, por lo que esta decisión inclinó la balanza hacia el guerrero montado, al mimso tiempo los Ashigaru también comenzaron a entrenarse en el uso del Yari y termino siendo el arma principal de éste ya que era una de las formas mas efectivas para detener a la caballería y tomar distancia del enemigo. Más adelante surgieron escuelas y grandes maestros de Sojutsu que se perfeccionaron en su utilización hasta fines de la era Tokugawa.

Los guerreros y el Yari

Las primeras lanzas que el guerrero utilizó eran el te-yari y el mochi-yari, que oscilaban entre los tres o cuatro metros para el mango (asta), mientras que el tamaño de las hojas variaba entre los 10cm. al metro y medio.
Una evidencia de esto es el tremendo mochi-yari de Hanzo Hattori, el cual se encuentra preservado en el templo Sainen-Ji en Tokio. El mochi-yari (lanza de hoja larga) de Hattori Hanzo (Yari no Hanzo), que era su principal arma en el campo de batalla, tenía una longitud total de 4.38 metros de los cuales 3.1 metros correspondían al asta y 1.28 metros correspondían a la hoja (la cual tenía 5 centímetros de ancho) y el peso total del arma rondaba los 12 kg. Con estas dimensiones, el yari de Hanzo era uno de los más grandes que se podía ver en el campo de batalla.
Por otro lado, las lanzas con grandes astas o mangos generalmente tenían hojas más pequeñas y muchas de esas eran diseñadas con forma de cruz como es el caso de la lanza de Kato Kiyomasa, la cual se encuentra preservada en el templo Hommyo-Ji en Kumamoto.
Ishino Ienao era un maestro de la espada larga, Lishino Wakasanokami era un maestro de Shin Ryu Sojutsu y Tsukahara Bokuden (1490-1571) fundó la escuela Kashima Shinto Ryu y enseñó a Honma Kange Yuzaemon el arte del sojutsu y la espada.
Kamizumi Nobutsuna era reconocido como el maestro número uno de la lanza en Ueno no Kuni.
Dos de los expertos guerreros en el uso de la lanza durante este período fueron Lishino Choisai (1387-1488), quien fundó en Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu y su alumno Matsumoto Bizenno-Kami Noakatsu, general del clan Kashima, quien luchó en 23 batallas probando el arte enseñado por su maestro y tiene fama de haber tomado posesión de más de 100 cabezas. 

Otro guerrero importante del yari fue Yamamoto Kensuke Yorinori, quien fuera uno de los generales del clan Takeda y se decía que entrenaba en el arte del sojutsu cortando el agua en las corrientes que surgían, lo que dio el nombre a su escuela  Doki Ryu.

Tipos del Yari y sus características

El tamaño total del yari dependía exclusivamente del clan y de las necesidades del general a cargo; el tamaño promedio de un yari era de 3 ken (un ken equivale a 1.6 metros, luego modificado a 1.8 metros), por lo que el tamaño de las astas de estas lanzas sería de 4.8 metros.
Los distintos tipo de yari que comúnmente se utilizaban son:

Te yari (entre 90 cm y 1.2 mts)

Nagae yari, lanza de asta larga y hoja corta

Mochi yari, lanza de hoja larga y asta corta

Tetsu yari, lanza de hierro.

Kama yari, lanza con una hoja en forma de medialuna en el costado de la hoja principal. En la fig. (a), vemos tres tipos diferentes.

Jumonji yari, lanza de tres hojas y sus diferentes formas [fig. (b)].

Kikuchi yari, lanza con filo en un solo lado de la hoja (se ve como si un tanto estuviera incrustado en el palo). Este tipo de lanza fue muy utilizado por el clan Kikuchi (de ahí su nombre) de la región de Higo durante las guerras del período Nambokucho (1336-1392) [fig. (e)].

Sambo yari, lanza de tres longitudes.

Kuda yari, lanza con asta envainada en un tubo metálico.

Kagi yari, lanza de gancho [fig. (c)].

Ya Jiri yari, lanza con forma de pala [fig. (d)].

Tsuki yari, lanza con forma de luna [fig. (f)].

Futamata yari, lanza con una especie de tsuka [fig. (g)]. 

El Yari en el Bujinkan Dojo

El yari, al igual de muchas otras armas, fue muy empleada por el antiguo guerrero shinobi. En muchos casos, el yari fue improvisado con un bastón de bambú con uno de sus extremos rajado y colocando una hoja afilada e incluso una hoja del mismo bambú; en otros, fue transformado en un sanyakubo (hanbo) cuando el yari era cortado por un arma enemiga. Muy pocas veces el yari era utilizado como jabalina pero el ninja no descartaba ninguna posibilidad en su utilización.
Se conoce de las antiguas crónicas y leyendas que Sarutobi Sasuke solía usar su kamayari para escalar y saltar de árbol en árbol. Otro famoso ninja oportunamente nombrado (boletines 1 y 2) fue Hattori Hanzo, quien había sido reconocido como Hanzo “el magnífico lancero”  por su fuerza y valor en campo de batalla.
Muchos de los grandes maestros de espada reconocieron la efectividad del yari y no descartaron su utilidad y se convirtieron en maestros to-so justu (espada y lanza). 

Hatsumi Sensei explica en su libro sobre so jutsu los siguientes aspectos:

"…cuando los soldados tenían que combatir contra un guerrero que poseía armadura (yoroi) y casco (kabuto), el uso del yari les daría una ventaja con respecto al uso de la espada. Era relativamente difícil con una espada poder atravesar el  kabuto o yoroi de un guerrero, pero un yari podía hacer esto con bastante facilidad y a una distancia considerable, además de tener la capacidad de poder también cortar. Es por eso que los soldados se dieron cuenta que el yari era 10 veces más efectivo que una espada…"

Conclusión
Por Marcelo Ferraro.

Un aspecto que se pregona en un dojo de Bujinkan es la importancia del entrenamiento en taijutsu. Para tratar de entender mejor a las armas, especialmente las de gran porte, tenemos que conocer el verdadero valor del taijutsu.
Creo que el progreso del taijutsu viene justamente cuando no pensamos en este como un método para no usar la fuerza o de defensa, sino cuando realmente comprendemos los valores internos que posee el mismo y le agregamos nuestros sentimientos. No pasa simplemente por tener una técnica “linda”. Por lo tanto, en la totalidad de la práctica del taijutsu no sólo encontraremos armonía en los movimientos sino también en los pensamientos y en nuestro espíritu. Siempre recuerdo una de las primeras cosas que aprendí y trato de transmitir, es que no necesitas repetir mil veces las cosas para entrenarlas: más vale sentirlas a practicarlas mil veces.
Todo lo que entrenamos queda en algún lugar de muestro ser y sale cuando realmente es necesario.
Sumergiéndonos en el pasado siempre podemos encontrar muchas enseñanzas. Simplemente imaginemos a un guerrero con su armadura enfrentado a otro que intenta apuñalarlo con el yari. Para algunos, parecería inútil una práctica en la actualidad desde un punto de vista real con un yari, ya que de ninguna manera estaremos caminando por la calle con un arma como esa. Pero bien, ¿qué pasa con nuestro taijutsu cuando entrenamos con este arma? Aquí es donde sentiremos que todo es un complemento en un camino que es un conjunto de totalidades.
Se dice que las armas largas son para el cuerpo, las armas cortas son para la mente y las armas arrojadizas son para el espíritu.