7 de agosto de 2012

HISTORIA DE LOS RYÛ DE BUJINKAN

Articulo de José Luis Gonzales desde el blog: http://bujinkan.blogia.com/.
INTRODUCCION
Cuando habitualmente estudiamos las nueve escuelas de la Bujinkan raramente nos paramos a pensar en la razón intrínseca de la existencia de cada una de ellas. Solemos abordar cada escuela de un modo independiente, con un origen determinado y vagamente relacionadas entre si mas allá que por las relaciones genealógicas de sus sokes.
Este es un error muy frecuente pues olvidamos que estas escuelas, Ryû, surgieron como “herramientas” de combate en unos momentos históricos convulsos. No surgieron del placer o del capricho sino de la necesidad de sobrevivir en un entorno hostil en el que la diferencia entre vivir y morir la marcaba, además de la suerte, las habilidades del individuo. Como buena herramienta se veía despojada de todo lo accesorio e innecesario dentro del marco en que era utilizada y cuando este marco variaba por las razones sociales, políticas, o estratégicas (por el devenir histórico, en definitiva) se reinventaba a si misma.
De esta forma cuando situamos la aparición de los diferentes Ryû en una línea temporal y analizamos los hechos históricos ocurridos a su alrededor, el entorno social y la forma de vida se visualiza con claridad las razones que justifican la aparición en momentos determinados de una escuela que desarrolla una forma particular de combate. De la misma forma se comprende como otras escuelas mas antiguas parecen declinar y resurgen en otros momentos historicos mas acordes con su estilo de lucha.
En las siguientes páginas y mediante el cuadro cronológico que se desarrolla veremos enclavada cada escuela en su periodo histórico correspondiente y analizando los acontecimientos políticos y sociales que contribuyen a su creación entenderemos la razón de su existencia. El análisis se realiza en base a los periodos históricos japoneses y no al esquema cronológico de centurias (siglos) occidental porque la historia japonesa gira en torno a periodos políticos independientemente de su duración en años. Situar los Ryû dentro de esquemas de siglos es precisamente lo que hace perder la visión político-social de su existencia.
PERIODO ROKUHARA
Es en este periodo cuando los señores militares de las provincias toman consciencia de su poder militar frente a la clase aristocrática tradicional, kuge, que había gobernado el Japón hasta este momento. Las clases guerreras, buke, estructuradas en clanes se enfrentan políticamente al poder imperial tradicional establecido en Kyoto. Especialmente conflictivos son los enfrentamientos entre los tres clanes mas importantes de este periodo, el Fuyiwara, el Minamoto y el Taira que terminara convirtiéndose en una autentica guerra civil.
En este escenario político-militar desestructurado, las alianzas, mas o menos temporales, significaban la supremacía de un clan sobre otro dado que el tamaño de los ejércitos era determinado por el numero de aliados que un determinado señor reunía a su alrededor. Esto no implicaba que las relaciones entre clanes dentro de las alianzas fuesen cordiales. Todo lo contrario, rencillas, ambiciones, intereses territoriales, etc.,  eran fuente habitual de conflictos dentro de los aliados de los clanes principales.
En un escenario de conflictos intestinos fuertemente condicionada por las alianzas políticas es comprensible lógico que surgiese una forma de combate indirecta que supusiese infligir sino fuertes daños al rival cuando este era un “aliado”, al menos entorpecer sus actividades o ensombrecer sus meritos militares.
Este modo de enfrentamiento además de impropio en la conducta de un señor, daimyo era “políticamente incorrecto” puesto que no solo entorpecía la capacidad de acción de un clan aliado sino que también ponía en riesgo la capacidad militar del conjunto de clanes aliados y podría ser gravemente sancionada.
Togakure Ryû nace así como herramienta ideal para un fin concreto: el combate encubierto. Sus técnicas, desarrolladas a través de individuos de la casta militar o de plebeyos adiestrados, tienen como meta el desarrollo de actividades militares desarrolladas fuera del “honorable” campo de batalla. Los guerreros Togakure podían espiar e investigar las capacidades de un daimyo rival, sabotear cosechas y aprovisionamientos o interceptar correos o embajadas diplomáticas entre territorios a cualquier precio incluso mediante el asesinato. Esta política de lucha no sería retomada en el seno del combate militar hasta 1941 con la creación del SAS británico.
Gyokko Ryû, por el contrario, nace como necesidad por parte de los daimyo de adiestrar a sus guerreros, vasallos extraídos de las clases populares en este estadio del Japón histórico, en el arte del combate abierto. Sus técnicas básicas son claras, relativamente elementales para el adiestramiento rápido y adaptables al conjunto de armamento fundamental de una “tropa de choque” (lanzas, naginatas, espadas varias, etc.). Su tradicional origen chino y su desarrollo en la zona de Iga nos hacen suponer que elementos del mismo eran utilizados en el entrenamiento básico de las tropas de las capitales imperiales tradicionales (Nara y Kyoto). El despliegue administrativo de estas tropas con fundamentos básicos de combate a lo largo y ancho del Japón antiguo son la base de los ejércitos feudales de los clanes en las guerras posteriores y la razón por la que este Ryû es considerado como referencia para futuros estilos de combate.
PERIODO KAMAKURA
Durante este periodo un nuevo shogun, Minamoto no Yoritomo establece su capital en Kamakura y relega al emperador y la aristocracia tradicional, kuge, a un papel meramente ceremonial. Es un periodo de constantes conflictos en los que comienza la especialización militar de la casta guerrera, llegándose a recompensar con feudos a los oficiales militares embrión de lo que mas tarde se conocerá como casta samurai.
Los conflictos territoriales abiertos son claros, en especial con el clan Hojo que releva a la familia de Minamoto del Shogunato a la muerte de este. Pero el hecho determinante de este periodo son las dos invasiones mongolas del Japón. Estas invasiones mongolas fueron determinantes en el desarrollo militar del Japón feudal puesto que obligaron a los guerreros japoneses a mejorar sus técnicas de combate y defensa frente a un enemigo superior táctica y militarmente. Estas mejoras tuvieron un éxito relativo puesto que aunque la tradición concede el merito de la victoria sobre los mongoles a unos casi mágicos tifones, los kamikaze, los estudios estrictos coinciden en dárselo a las eficientes defensas militares construidas así como a la mejora en las tácticas de combate. Lo relativo del éxito radica en que el esfuerzo militar provocó conflictos internos que desembocaron en nuevos enfrentamientos militares entre clanes.
En este escenario bélico es comprensible de encontrar las escuelas Shinden Fudô Ryû y Kukishinden Ryû, dos escuelas que además comparten  a su primer soke, lo que nos dice mucho de su inspiración.
Surgidas de la necesidad de un combate en campo de batalla abierto, ambas comparten el uso de armas de combate como el hacha de guerra, martillo de guerra, espada de gran tamaño, así como el uso de la naginata, espada, o lanza. No obstante, fruto de la especialización de esta época Shinden Fudô Ryû desarrolla su técnicas dentro de una manera “natural” de defenderse y atacar.  Por el contrario Kukishinden Ryû desarrolla su forma de combate dentro de la especialización de Yoroi Kumi Uchi o combate con armadura, una forma de guerrear mucho más compleja dado el entorpecimiento producido por la armadura de guerra.
Es interesante observar que durante este periodo el “combate encubierto” pasa a un segundo plano. Dado que el enfrentamiento interno es declarado, técnicas Togakure son casi innecesarias o limitadas a casos de espionaje o quizás a acciones puntuales en las invasiones mongolas. Los daimyo no precisaban del uso generalizado de guerreros encubiertos, aun así sus notables capacidades militares serían absorbidas dentro del combate en campo de batalla abierto propio de la época.

PERIODO ASHIKAGA/MUROMACHI  Y  PERIODO MOMOYAMA.
Tras un periodo de reinstauración del poder imperial derivado de las tensiones producidas por el esfuerzo de la guerra contra los mongoles, se establece un periodo de guerras entre las dinastías shogun del norte y del sur.
Al mismo tiempo se producen levantamientos de campesinos hartos de la presión impositiva de sus señores que les exigían impuestos cada vez mayores para afrontar los gastos de las continuas guerras. Muchos de estos campesinos, perseguidos por su levantamiento, pasarán a engrosar los clanes shinobi convirtiéndose en soldados de fortuna.
Este periodo de guerra continua finaliza en el denominado PERIODO MOMOYAMA en que la figura fundamental es el general Oda Nobunaga.
Nobunaga era hijo de un administrador del clan Shiba en la provincia de Owari. Desde allí, aprovechando la desunión de los clanes vecinos que guerreaban entre si los fue venciendo en una serie de sucesivas conquistas durante las cuales fue parte fundamental de su estrategia la intriga y el sabotaje. Tras exitosas campañas militares logro tomar Kyoto en 1568, pero su éxito militar fue presa de su propia estrategia, viéndose obligado a autoinmolarse en Kyoto en 1582 victima de la traición de uno de sus generales. A su muerte había sometido bajo su mando a treinta de las sesenta y seis provincias del Japón feudal, especialmente las situadas en el centro, de vital importancia estratégica.
El mando de su ejército fue tomado por su aliado Hideyoshi quien sin no pocas dificultades tras sortear alianzas y traiciones se hizo con el poder y término el proceso de unificación del Japón venciendo al último daimyo independiente del clan Hojo en 1590. Antes de su repentina muerte en 1598 y consciente de que la persistencia en el poder dependía de mantener el control de las ambiciones de sus rivales políticos, Hideyoshi sentó las bases de una estructura social militar, los samurai, que sobreviviría hasta bien entrado el siglo XIX. En esta nueva estructura el acceso a las armas estaba prohibido a todos aquellos ajenos a las clases militares, e incluso dentro de esta su practica estaría estrechamente vigilada para evitar cualquier intento de sublevación contra el poder establecido.
 Es fácil de comprender que en un entorno político tan convulso como este surgiesen dos escuelas de ninpo como la Gyokushin y la Kumogakure. No ha existido un momento histórico en Japón mas apropiado para el “combate encubierto” que el periodo Momoyama. Todos los daymios hicieron uso de efectivos militares especializados en sabotajes a fin de obtener ventaja militar sobre sus rivales. Oda Nobunaga contó con el apoyo de clanes shinobi en sus campañas al igual que sus aliados.
 Uno de ellos Ieyasu Tokugawa contó con uno de estos clanes como responsables de su seguridad personal y su líder Hattori Hanzo descansa con todos los honores de haber servido al shogun Tokugawa.
Gyokushin Ryû es una escuela especializada en el espionaje más que en las artes de combate posiblemente surgida de la necesaria especialización del combate que hemos anteriormente comentado. El uso de fuerzas especializadas en las capacidades de esta escuela seria de vital importancia para el daimyo al que sirviesen pues es comprensible que la diferencia entre victoria y la derrota estaría en el conocimiento de los movimientos del adversario. A modo de ejemplo podemos destacar que Ieyasu Tokugawa haciendo uso de informadores de campo venció en combate a aliado del todo poderoso Hideyoshi, forzando a este a desistir del enfrentamiento y negociar pactos de apoyo con el clan Tokugawa.
Kumogakure Ryû surge igualmente de la especialización del combate. Si bien sus técnicas de combate son muy similares a las de Togakure (esto es evidente puesto que ambas tienen el origen de sus técnicas en la región de Iga) la inclusión de elementos del yoroi en sus técnicas. Además,el uso de armamento especializado implica una la utilización de guerreros de esta escuela en combates abiertos además de lucha encubierta. Uno de los líderes de esta escuela, Hattori Hanzo, formo junto a sus hombres parte de la escolta de Ieyasu Tokugawa así como de la seguridad de su castillo en Edo cuando este fue nombrado shogun.




Por otra parte la aparición de escuelas especializadas en Koppojutsu como la Koto Ryû y la Gikan Ryû tuvieron su razón de surgir en este preciso momento histórico, nuevamente, en la especialización requerida por las circunstancias.
Koto Ryû  puede ser entendida como una especialización de Gyokko Ryû, pues su primer soke fue al mismo tiempo el décimo primer soke de esta última. La formación militar de las tropas de los daimyo, probablemente inspiradas en técnicas de Gyokko Ryû, tendría la necesidad de adaptarse a combates entre grandes masas de tropa con técnicas potentes pero que requiriesen un aprendizaje más corto que el ofrecido por otros Ryû (como por ejemplo Kukishin Ryû). Esta misma consideración es aplicable a Gikan Ryû cuyas técnicas de koppojutsu para rompimiento de huesos explican su funcionalidad en el campo de batalla.

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